Sofá para perros

 

Todos sabemos la compañía que nos brinda un perro o un gato dentro de nuestro hogar. Su alegría, sus ganas de jugar, sus festejos en el momento que abrimos la puerta y regresamos a nuestra casa, llenan de vida el día a día de cualquier persona. Son, en definitiva, miembros de nuestra familia, y como tal queremos que se sientan a gusto, sean felices, como ellos nos hacen sentir a nosotros.

Sin embargo, tanto el perro como el gato pueden dañar de manera irreversible nuestros muebles, como la cama, el sofá, las sillas, los tejidos de alambre o las bibliotecas. A pesar de que no tengan intención de perjudicarlos, sea por querer jugar, por el uso de sus patas y uñas, por acostarse encima y colmarlo de pelos, el mobiliario de tu hogar suele sentir con fuerza la presencia de los animales.

Como deseamos que nuestras mascotas puedan disfrutar del hogar, y mantener al mismo tiempo en buenas condiciones el espacio, existen distintas recomendaciones y recursos para proteger los muebles de tu casa, sean mesas, sillas, sillones modernos, camas y hasta las puertas, que también pueden verse percutidas por la acción de nuestros perros y gatos.

Si tienes una mascota y no sabes cómo frenar el daño que realiza sobre tus muebles, esta nota es para ti.

 

Aprendizaje cuando son pequeños

Los animales son seres de instintos y hábitos. Hay  conductas que son innatas, propias de su especie y su ánimo de supervivencia, y otras que son aprendidas, que incorporan en su trato diario con los humanos.

Es importante que, al adoptar una mascota, le enseñes cuando es pequeña a aprender conductas que quieres dentro de tu casa. Por ejemplo, si tu perro se acuesta sobre el sillón, o muerde las patas de tu mesa, debes castigarlo para que entienda que eso no debe hacerse. Por más que cuando son cachorros nos resulte difícil retarlos, es un proceso que debemos llevar adelante para que nuestra mascota no adquiera conductas que luego sean irreversibles.

 

Protección del mobiliario

En el caso de los gatos, los aprendizajes suelen ser más difíciles, y aunque le enseñes una y mil veces que no debe rasguñar los sofás, es probable que, por el placer que le genera clavar sus uñas en sus tejidos y almohadones, lo siga haciendo.

Por eso, además de la enseñanza, se recomienda comprar cubre sillones o mantas que puedan proteger tus muebles de las acciones de tu animal. Este tipo de telas, además, sirve para evitar que los pelos de nuestras mascotas queden sobre el sillón o sofá cama, algo que puede resultar bastante molesto para quienes se sienten o se acuesten sobre él.

Sofá para perros

Cómprales juguetes y diviértete con ellos

Más allá de lo que puedas enseñarle y los recursos que destines a proteger cada uno de tus muebles, lo más importante es jugar con tus mascotas y comprar juguetes para que puedan entretenerse. Tanto los perros como los gatos están llenos de energía, y muchas veces el daño que generan sobre la punta de una puerta o sobre el relleno de un futón  nace por su ganas de divertirse y jugar.

Ante esto, la mejor forma de evitar el daño que pueden generar tus mascotas tanto sobre muebles como otros objetos de la casa es direccionando esa energía y ganas de divertirse hacia juguetes que le pertenezcan. Por ejemplo, suele ser muy útil para los gatos los distintos rascadores que se venden en las tiendas de mascotas, o los huesos de cuero para los perros, que disfrutan de morderlos por horas.

Los gatos suelen necesitar y sentir placer en clavar sus uñas. Por eso los vemos sumergir sus patas, una y otra vez, sobre almohadones, colchones, nuestro sillón cama, entre otros muebles. Los rascadores, que es posible adquirirlos en distintas formas y tamaños, sirven para ese deseo de utilizar sus uñas sea aplicado en objetos diseñados específicamente para eso. Prueba y verás los resultados que obtienes, créeme que no te arrepentirás.

Con los perros la situación es similar, aunque la estrategia difiere. En el caso de estas mascotas, su necesidad la sienten en el uso de sus dientes, en el deseo de morder distintas texturas y objetos. En el gato también sucede, aunque la mordida del perro suele ser más destructiva. Es habitual, en una casa con estos animales, encontrar una maceta destruida, un almohadón despedazado, o un sofá cama plegable completamente arruinado.

En estos casos, se recomienda dos acciones distintas pero complementarias. La primera, es pasear a tu perro, llevarlo a espacios públicos donde pueda correr, jugar con otros perros, descargar algo de toda la energía y fuerza que posee. Muchas personas únicamente piensan el paseo del día como la vía para que el perro pueda hacer sus necesidades, y no como una actividad que les permita a tu perro jugar y cansarse.

Al correr, jugar con otros perros, oler árboles y objetos que llamen su atención en la calle, el perro se cansará y en tu casa estará más tranquilo, sin necesidad o deseo de descargarse sobre tu mobiliario. En caso de que su deseo de usar sus dientes continúe, podemos comprarle huesos de cuero o juguetes de goma que son vendidos en la tienda de mascotas y que sirven para entretener a tu perro.

Los perros suelen ser territoriales, y rápidamente se apropian de estos objetos. Saben que son suyos y disfrutan al utilizarlos, por lo que son un gran regalo para tus mascotas, pero también para tu hogar.

Con todas estas recomendaciones, vas a poder disfrutar de tu mascota sin sufrir ni ver como tus muebles se dañan de manera irreversible. Y, si aún al poner en práctica todas estas ideas tus gatos y tus perros dañan un sillón, la cama o un almohadón, no debes desesperarte, y piensa que todo producto material, sea cual sea, puede ser comprado y reemplazado. En cambio, la felicidad que te brinda una mascota es única, y te durará para toda la vida.

 

Por poetry22

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