Perdiguero portugués

Se conoce como perdiguero portugués a un perro de muestra con color café claro, el cual llegó a ser muy usado para la caza de perdiz roja y como su nombre nos indica son perros de origen portugués.

Historia y origen del perdiguero portugués

Como ya mencionamos estos perros tiene su origen en Portugal, descendiendo del antiguo perro perdiguero ibérico. Aunque no se conoce con exactitud qué tan antiguo es muchas personas piensan que tienen miles de años de antigüedad, pero aún no hay nada claro.

La American Kennel Club informa que estos canes del siglo XII, que fue cuando los navegantes portugueses llevaron a estos perros en sus viajes en barcos. Es importante, mencionar que esto perros fueron descritos en un libro portugués de caza del siglo XII, el cual fue escrito por Joao I.

Pero es no es todo, ya que también podemos verlo enmarcado en pinturas del siglo XIII de Alfonso III. Debemos mencionar que desde sus inicios estos perros destacaron en la caza, por lo que en las clases bajas esta raza era la más usada para esa labor.

No obstante, con el pasar del tiempo estos canes se llevaron a Inglaterra y allí contribuyó al desarrollo del puntero inglés. Dicho acto, casi ocasiona su extinción, pero afortunadamente en la década de 1920, los criadores decidieron devolverle su popularidad.

Características del perdiguero portugués

Características del perdiguero portugués

Si hay algo que podemos destacar de estos perros es que se han mantenido, por mucho tiempo igual. Básicamente, desde sus inicios hasta ahora no han cambiado mucho, excepto por algunas fijaciones de rasgos por parte de algunos criadores ingleses del siglo XX.

En específico podemos decir que estos canes son de tamaño medio o grande, fuertes y con proporciones muy armoniosas. Son perros que tienen una estructura sólida, y un cuerpo corto y ancho.

Si hablamos de su altura podemos decir que llegan a los 56 cm a la altura de la cruz en los machos y 52 cm a la altura de la cruz en las hembras. Llegando a tener una variación de unos 4 cm. En cuanto a su cabeza, esta es cuadrada con un hocico rectilíneo y horizontal, orejas insertadas a nivel de los ojos en la parte posterior de la cabeza y ojos muy expresivos de color marrón.

Pasando a su pelaje podemos decir que es corto, fuerte, bien pegado al cuerpo y denso, es importante mencionar que este no es suave y se presenta bien distribuido por su cuerpo. En cuanto al color este debe ser amarillo en tonalidades de claro, medio, oscuro o sólido, con manchas blancas  en ciertas partes del cuerpo.

Temperamento 

Temperamento del perdiguero portugués

Estos perros se caracterizan por tener un temperamento amable, obediente y sumiso. Pero también destacan por su velocidad, agilidad y la emoción que sienten cuando caza. Esto último es importante, ya que estos perros disfrutan mucho de la caza.

Si hablamos de su personalidad en el ámbito hogareño, podemos decir que estos perros son muy complacientes, y siempre buscan obedecer a su amor. No obstante, no se recomienda para tener en pisos o lugares pequeños.

Recuerda que al ser una raza activa, necesita realizar mucho ejercicio y para ello se necesita de un gran patio donde puedan correr o realizar otro tipo de actividades.

Cuidados 

Si comenzamos por su alimentación podemos decir que estos canes comen de 1.350 a 1.550 kilocalorías para los machos y entre 1.050 y 1.300 en el caso de las hembras. En caso de que decidas usarlo para la caza, es importante aumentan la cantidad de kilocalorías, ya que tu perro hará un esfuerzo mayor.

Con respecto al ejercicio este debe ser de forma diaria y deben mantener una intensidad de acorde a su edad. En cuanto al mantenimiento de su pelaje podemos decir que con un cepillado semanal bastará para eliminar los pelos muertos.

Hecho y curiosidades sobre la raza

Incluso cuando no está en sus labores de rastreo, cacería, muestra o cumpliendo alguna misión como perro guardián en la cual se desenvuelve muy bien –en ocasiones, exagerando en detrimento de cualquier intruso, hostil o no- el Perdiguero portugués siempre está en una búsqueda activa, quemando toda la carga de adrenalina que parece superar a otras razas con tareas similares.

En efecto, este can es por demás competitivo y territorial, además de muy difícil de liderar. Cuando trabaja en una jauría, buscará la manera de ser el más diligente y quien cobre todas las presas, colocando a los demás perros a la defensiva. Tampoco es un peleonero, es demasiado noble, pero en extremo le gusta, ganar.

Su tenacidad y apasionamiento le han ayudado a ser una de esas razas metódicas que buscan las presas de caza y las perciben desde lejos, con el fin de no ponerlas sobre aviso incluso cuando tenga que hacer alguna llamada fáctica al cazador para que se aproxime. El Perdiguero portugués espera que sea el disparo su aviso de partida para rematar el trabajo y que el acto de la cacería sea un evento de ganar / ganar para cazador y perro.

Es difícil distraerle tanto en el trabajo como cuando está en los ratos de reposo. Por ello hay que hablarle de manera firme e indicarle tanto que descanse como el que disfrute las atenciones para con él o ella, haya sido un día de caza o no, haya sido un día productivo o no.

Este can sabe ganarse las cosas. La hembra de la especie es aún más meticulosa y atenta a la posibilidad de descubrir y capturar nuevas presas, por lo tanto se requiere de un sonido familiar o el uso de un silbato para perros para sacarla del estado casi catatónico en el cual se queda inmersa para lograr sus cometidos. Para la especie, sólo la presa de caza importa.

Puede mantenerse en sus funciones sea en lluvia o con calor intenso. Mientras pueda mantener el rastro con su olfato u oído, podrá laborar. Como cualquier perro de caza, el Perdiguero portugués abandona la búsqueda cuando las condiciones climatológicas le son adversas a sus sentidos, aunque es en estas condiciones que no queda con resquemor con él mismo por no haber tenido productividad.

El lenguaje corporal es muy completo, ya que no sólo con miradas y ladridos avisa al cazador sus impresiones. También el arrastre de sus patas en tierra, su forma de andar y en la posición en que coloca la cola pueden dar a entender qué se esconde más adelante y sí es de conveniencia para disparar o por el contrario, hay que tomar otro camino.

Al aroma de la presa que se le acostumbre al Perdiguero portugués desde cachorro con el entrenamiento canino adecuado, será que labore por el resto de su vida.

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Por Aiton

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