San Bernardo

El San Bernardo es una raza de perro originaria de los Alpes suizos y del norte de Italia. Es el perro boyero más famoso junto con el mastín del Pirineo y es muy próximo al gran boyero suizo. Desciende del extinto mastín de los Alpes, que se mezcló con otras razas como el dogo del Tíbet, el terranova y el gran danés. Aunque tradicionalmente se creía que esta raza se desarrolló en un monasterio de los Alpes suizos en el siglo XI, los expertos creen que aquellos primeros perros de monasterio se utilizaban como perros de guarda. La primera aparición verificable de este perro en el monasterio, o en cualquier otra parte, se produjo probablemente unos seis siglos después.

Sin embargo, poco después resultó evidente su habilidad salvavidas. Durante los tres siglos siguientes, el San Bernardo habría salvado más de dos mil vidas humanas.

Características del San Bernardo

Son perros cariñosos y plácidos. Su simpatía instintiva probablemente contrarrestará el miedo inicial de un extraño que se acerca a un perro tan grande. No obstante, los San Bernardo son igualmente rápidos a la hora de proteger a los miembros de la familia que crean que están en peligro. Famosos por ser excepcionalmente comprensivos y pacientes, los San Bernardo tendrán cuidado para no herir a los niños. Son musculosos, fuertes y muy grandes.

 Los San Bernardo también tienen belfos que los hacen propensos a babear. Como estos perros son tan grandes, necesitan más tiempo que otras razas para madurar por completo. Por lo general no alcanzan su tamaño completo hasta los dos o tres años de edad. Es un perro que necesita cuidado ante todo en la cara, ojos y párpados y con su pelaje, en especial en la variedad de pelo largo. Es conveniente que haga algo de ejercicio (sin excederse debido a su propensión a padecer torsión de estómago) y que disponga de espacio adecuado a su gran tamaño (150 metros cuadrados como mínimo, aunque de 300 metros en adelante es lo más aconsejable).

Peso y altura

La altura de un macho puede oscilar entre los 70 y los 75 cm, y su peso entre los 63 y los 81 kg. La altura de una hembra puede oscilar entre los 65 y los 70 cm, y su peso entre los 54 y los 63 kg.

Temperamento

Con fama de cariñosos, dulces y tolerantes a pesar de su tamaño, el San Bernardo se llevan bien con las familias con niños con buen comportamiento. Además, son perros con ganas de agradar, lo que facilita su adiestramiento. Es un perro sociable, nada lo hace más feliz que participar en las actividades familiares. Sin embargo, este perro probablemente se enfurruñará si cree que le están privando de la diversión. Esta raza tiene fama de ser obstinada de vez en cuando. Sin embargo, una vez el San Bernardo entiende qué es lo que se espera de él, su deseo instintivo de agradar por lo general contrarrestará su tozudez.

Pelo y color

Estos perros pueden ser de pelo largo o de pelo corto. Los colores del pelo pueden ser rojos y blancos, marrones y blancos y atigrados y blancos. Algunos perros tienen máscaras oscuras sobre los ojos. Las orejas están situadas en una posición alta en la cabeza y son caídas. Los ojos son oscuros y un algo entrecerrados. Tienen una vida relativamente corta. Su esperanza de vida suele oscilar entre los ocho y los diez años.

El San Bernardo adulto muda el pelo dos veces al año, en primavera y otoño. Un cepillado regular ayudará a minimizar dicha muda.

Clasificación del San Bernardo

Considerando su altura a la cruz 70 y 65cm como mínimo (máximo indeterminado en muchas ocasiones) y peso alrededor de los 90 y 80 kilogramos tope (en machos y hembras, respectivamente), acompañado de sus aptitudes como perro de guarda y de avalanchas, este can ha recibido una clasificación general como raza de perros gigantes, recibiendo de la FCI la clasificación en el grupo 2, perros tipo pinscher y schnauzer molosoides, además de perros tipo montaña y boyeros suizos molosoides y de la AKC el grupo 3, perros de trabajo (considerándolo también del grupo 2, perros de rastreo).

Aclaramos que ésta no es una disparidad entre la FCI y la AKC, sino que ambos toman en cuenta las regiones donde el San Bernardo hace vida y sus aptitudes, además de los lugares donde dichos centros pro canes tienen potestad.

Hechos y curiosidades sobre la raza

Esta raza es sinónimo mundial de búsqueda, rescate y apoyo de personas. No existe publicidad federal o privada que no utilice la imagen de un San Bernardo cachorro, adulto (macho o hembra) y que no sea comprendido por el público como señal de apoyo y salvamento.

En las caricaturas fue representado como un animal enorme que llevaba una barrica con alguna bebida espirituosa caliente para los esquiadores accidentados o perdidos y terminaba él (el perro), bebiéndoselo en pago a su labor.

Lo anterior es real, ellos llevaban hasta los años setenta bebidas como Whisky, Brandy o Coñac para aumentar el calor corporal mientras las personas eran rescatadas en las zonas nevadas, pero sólo podía ser servido por el accidentado (si se podía mover) u otra persona. El perro San Bernardo podía sentarse a un costado de la persona herida como manera de brindarle algo de calor corporal, una acción para la cual han sido entrenados: Si no fuere así, su peso corporal encima del accidentado podría ser fatal en tales circunstancias.

Su ancestro reconocido es el molossus romano, de quienes algunos paleontólogos han podido determinar no solo la veracidad del dato, sino que el tamaño adulto de un San Bernardo es no más de 10 centímetros menos que aquel perro de batalla y tiro.

Su utilización como perro de rescate se inició hace unos 90 años cuando los monjes del Hospicio de San Bernardo le criaron para rescatar a los viajeros perdidos en la nieve y niebla, además de ayudar en las peregrinaciones o en los momentos de compras de suministros.

Sobre tener un San Bernardo

Lo que para muchos es un sueño, para pocos es una realidad. Este can requiere mucho entrenamiento firme, disposición a atenderlo y bastante fuerza para llevarle con la correa, algo que no ha de faltar en cada salida ya que su fuerza podría causar inconvenientes en niños, objetos o perros menores que intenten acercarse.

El San Bernardo sabe administrar su peso, tanto para defenderse como para proteger. Para vigilar y para asistir. Más no se hace culpable de que otras personas le noten muy manso y apacible e interrumpan su vía.

Por ende, si no dispone de una gran casa, con un área suburbana para pasear y muy importante, al menos las cuatro estaciones, éste no es el perro que le conviene, pero que sí puede asistirle en las jornadas de alimentación que se realicen en su ciudad. Porque los grupos de rescate son fundaciones sin fines de lucro y muchas veces no pueden cuidarlos al 100%. Ayúdelos, Amigos Perros se lo agradece desde ya.

Por Richard

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