Los monjes tibetanos albergan en su monasterio al Spaniel tibetano, uno de los perros que conocen como perro león. Su país de origen es China, aunque su existencia es tan antigua, que muchos dudan de donde proviene realmente. Esta teoría se sustenta en algunas representaciones artísticas del año 1.100 a.C. que evidencian la presencia de un can similar al Spaniel tibetano.
En los monasterios, convivía con otras razas consideradas como perros de monasterio. Por lo general, se mantenía al lado del Mastín tibetano. Ambos ejemplares no solo estaban como compañeros de los monjes, también servían como centinelas. Eran ubicados en las zonas más altas, para que pudieran tener una vista más amplia y poder vigilar el lugar. Pero también, cuando llegaba el invierno, los Spaniel tibetanos se acercaban a los monjes para ayudar a calentar sus cuerpos, gracias a su abundante pelaje. Sobre todo, a la hora de dormir, permanecían cerca de sus pies.
Para mantener las buenas relaciones con la realeza, por lo general algunos ejemplares eran entregados a la realeza en forma de obsequio. Al tratarse de perros de apariencia atractiva, solían ser tratados como de la familia real. Por eso, recibían muchas atenciones y se les consideraba una raza destinada para los monarcas y los nobles. Para el siglo XIX, es trasladado a Inglaterra, aparentemente haciendo su primera aparición en el continente europeo.
Se le ha relacionado con razas como el Pekinés, el Spaniel japonés y el Shih Tzu, considerándose que todos comparten los mismos ancestros. Y es que resulta posible, al compartir tantos rasgos físicos similares. En la actualidad, ha pasado a ser reconocido como perro de compañía y de exhibición.
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Características del Spaniel tibetano
Esta raza de Spaniel es un perro de tamaño pequeño, de cuerpo alargado y baja estatura. Su altura es aproximadamente de 25 cm, mientras que su peso varía entre 4 y 7 kg. Al final del lomo sobresale la cola, que se enrolla en forma de arco sobre su espalda recta. En su cabeza, pequeña y redonda, resaltan sus ojos oscuros y saltones, cayendo a los lados de estos un par de orejas en forma de V.
Sus finas extremidades, hacen de su caminar un movimiento rápido. De por sí, es un perro muy energético y juguetón. Esta misma personalidad, ha logrado que sea una mascota ideal para la familia, pudiendo convivir con personas de cualquier edad. Sin embargo, ante la presencia de extraños puede comportarse muy territorial, mostrándose desconfiado. Ante estas situaciones, no es agresivo, pero si tiende a ladrar mucho.
De por sí, es necesario que se ejercite regularmente, pero es una actividad que suele gustarle. Si convive con niños, probablemente actúe de manera juguetona. También puedes sacarlo a pasear o dejarlo correr un buen rato al aire libre. Pero hay que tomar en cuenta que, aunque le guste hacer esto, no debe vivir en patios o jardines, ya que puede sufrir accidentes.
Posee una inteligencia excepcional. Esto le ha valido a sus criadores y dueños para poder entrenarlo. Es obediente, y fácilmente puede seguir órdenes. Esto se expresa en su lealtad y confianza que expresa hacia su amo. Sin embargo, hay que destacar que no debe ser castigado, ya que se trata de un perro de cuerpo frágil, por lo que puede sufrir heridas fácilmente.
Cuenta con una salud excepcional. Alguna de las enfermedades por las cuales se puede ver afectado es la atrofia progresiva de retina. También las pulgas pueden llegar a ser un problema. Su esperanza de vida ronda de 8 a 10 años.
Pelo del Spaniel tibetano
El Spaniel tibetano posee un manto de doble capa: la textura del interior es densa y fina, mientras que en el exterior es sedosa. En la parte del rostro es más corto y se va alargando hacia la parte posterior del cuerpo. La cola es una de las zonas más peludas.
Color
Esta raza se puede encontrar en múltiples colores, aunque los blancos con ojos azules son asociados con algún problema genético.
Su clasificación
Tomando en cuenta su altura a la cruz de 25,5 y 22cm como máximo y peso alrededor de los 7 y 4 kilogramos tope (en machos y hembras, respectivamente), acompañado de sus aptitudes como perro de compañía, este can ha recibido una clasificación general como raza de perros pequeños, recibiendo de la FCI la clasificación en el grupo 9, perros de compañía y juguete, perros tibetanos.
Hechos y curiosidades sobre la raza
Se encuentra entre las razas “bendecidas” por poder ser evaluadas sin problemas ante el color de su capa, que puede ser de cualquier tonalidad, para el estándar oficial y los criterios de evaluación para su certificado de pedigrí como para los concursos caninos, todas son válidas.
Aunque son animales de culto, también fueron diseñados para el trabajo, propio de los monasterios que además de ser centros de oración y crecimiento espiritual, exigían a sus cuerpos para mantener un buen equilibrio. Los Spaniel tibetano tenían en dichos lugares sagrados la tarea de hacer girar los molinillos de oraciones, además de alertar cuando los cirios se apagaban, tan sólo por ver vacíos u oler el olor a vela apagada.
Como por igual se habla del Spaniel Japonés, que para los chinos nació en China, para los tibetanos este surgió en el Tíbet. De hecho, ante los problemas políticos que han existido durante décadas entre ambos países, el estándar oficial que le fuera acreditado al Tíbet, creó nuevos problemas diplomáticos, alentados por los amantes de la raza en China, que le dicen una herencia ancestral que los tibetanos (y occidente por la FCI), están usurpando.
El Spaniel tibetano fue llevado a Inglaterra a finales del siglo XIX y éstos a su vez la introdujeron en Hong Kong, que como sabemos fue su protectorado hasta hace pocos años. Eso ha acrecentado los roces sociales ya que China y Hong Kong se encuentran en disputas y cualquier arista es buena para el aprovechamiento político y así acrecentar el conflicto.
Su plusvalía
Más allá de las aristas de evaluación en concursos o problemas sociales por historia y demás, se encuentra el real valor del Spaniel tibetano, que se encuentra enmarcado en su temperamento alegre y retozón, inteligencia analítica, habilidades de equilibrio gracias a la agudeza de su oído, su lealtad a la familia y su perenne vigilancia.
Es amistoso con todas las personas, en especial niños, bebés y gente de la tercera edad y animales con los que se le enseña a socializar y por igual cuida la propiedad privada, por eso se le puede dejar solo por muchas horas sin que haya consecuencias de estropicios, llantos, aullidos y ladridos sin motivo valedero.
Su manutención es moderada, con un consumo alimenticio promedio de 350 gramos de alimentos secos diarios y agua fresca. Los snacks para perros se le han de otorgar sólo cuando complete una rutina extensa de ejercicios.