Akita Americano

La raza Akita suele estar relacionada con perros de Japón. Sin embargo, existen descendientes que ocupan el otro lado del mundo, el Akita Americano. Su origen se remonta a la época en que apareció su ancestro, en el año 1603. En sus orígenes fue un perro criado para pelear con otros canes y con osos. Pero luego esta actividad se prohibió, debido a que la raza estaba disminuyendo su población.

Se cruzó con otras razas, lo que conllevó a que algunas características de tipo Spitz fueran desapareciendo, dándole otra apariencia lejana a sus facciones originales. Y para la Segunda Guerra Mundial, se redujo aun más la cantidad de Akitas, debido a que la piel de muchos perros fue utilizada para la confección de ropa militar. Por miedo, los seguidores de la raza los cruzaron con pastores alemanes, colaborando a su protección.

De esta manera, el ejército estadounidense se lleva algunos descendientes de este cruce, y los criaron para ser canes fuertes, aptos para la defensa. De aquí surge la línea de Akita Americano, que al ser originario de Japón, también es conocido como Gran Perro Japonés. Para muchos, sigue siendo el Akita.

Akita Americano

Características del Akita Americano

De por sí, los Akita se destacan por ser una raza de tamaño grande, variando su altura en el sexo: los machos miden entre 66 y 71 centímetros, mientras que las hembras miden entre 61 y 66 centímetros. Lo mismo aplica al peso, que en el caso de los primeros rondan los 45 a 66 kilogramos, mientras que los otros pesan entre 36 y 54 kilogramos. De esta manera, se considera que las hembras se diferencian fácilmente en tamaño.

Su cuello es un poco largo, lo que permite que la cabeza este ligeramente separada del resto del cuerpo. En esta se encuentran sus orejas, pequeñas y siempre arriba y atentas a cualquier sonido. Un poco más abajo, se encuentran los ojos, oscuros y pequeños, que parecieran siempre al acecho. Y su mandíbula, aunque no parezca peligrosa, posee una mordida fuerte y dura, gracias a que encaja perfectamente cada uno de sus dientes, lo que permite sostener fuertemente a la presa que atrape.

Sus patas rectas, le dan un porte imponente, feroz y a la vez elegante. El lomo no es tan largo en comparación con su altura, y este termina en una cola peluda y enroscada, que le da un atractivo singular. El un perro musculoso, que le otorga mayor fuerza en cada una de las actividades que ejecuta.

Akita Americano

Y aunque pareciera más un perro de trabajo pesado, es excelente para formar parte de la familia. Se considera como una raza protectora, alerta siempre, y dedicado a proteger a sus dueños. Pero al ser desconfiando ante extraños, se recomienda que debe socializar desde pequeño tanto con otras personas como con otros animales.

En confianza, y con una educación adecuada, estaremos ante un perro dócil y cariñoso, que le agrada la compañía de casi cualquiera, hasta los niños. Al ser un can de gran inteligencia, aprende rápido, aunque es necesario tener conocimientos en esta raza para poder entrenarlo correctamente.

Y en cuanto a su salud, existen ciertas enfermedades que están relacionadas con el Akita Americano. Puede llegar a sufrir de displasia de cadera y de rodillas. Además, en edades avanzadas, existe la posibilidad de que padezca cataratas o afecciones a nivel de la vista. Su esperanza de vida es de 12 a 14 años.

Pelo del Akita Americano

Posee abundante pelaje, por lo que se le considera familia del Pomerania. Posee dos capas de pelo, ambos suaves y lisos, aunque la primera capa es un poco más densa. Esto le ha permitido defenderse de climas fríos.

Akita Americano

Color

El color del pelaje del Akita Americano es muy variado, encontrándose, gris, marrones, cafés, blancos, y muchos más.

Hechos y curiosidades sobre la raza

Aunque todos los perros tienen su belleza y jamás se puede discriminar a alguno por lo abstracto del concepto, realmente que el Akita Americano impacta y puede llegarnos hasta el alma con tan sólo ver esa máscara negra que posee y que crea un impacto visual asombroso, siendo armónica con la forma triangular de sus orejas y lo pequeño de sus ojos (casi como 2 botones).

Ya su historia ha cambiado en demasía, desde 1945 cuando se desligó del Akita Inu y pasó a ser un Spitz occidental, pero aún sigue siendo llamado el gran perro japonés, que es realmente una forma de mercadeo, aunque algunos “patriotas americanos” lo dice porque no lo perciben como una raza que sea autóctona y/o acorde con sus ideales. Por fortuna estos haters, son realmente pocos.

Su pelaje le hace muy resistente al frío y además le protege de los Rayos UV, ayudándole a conservar una temperatura ambiente aceptable, la que complementa con su gusto de beber mucha agua fresca, sea cual sea el clima que hubiere.

El Akita Americano destaca por su máscara, pero puede no tenerla o poseer blaze. En fin, siempre tiene una especie de cromatismo entre el pelo de la capa interna con la externa, que aumenta su belleza y va en sincronía con los rayos solares o la luz de luna, mostrando rasgos de un can apaciguado, alerta, reflexivo y vivaz.

Llegó a los Estados Unidos con los combatientes americanos que regresaban de la Segunda Guerra Mundial, siendo estos Akita Americano descendientes de la línea Dewa que fueron cruzados con mastiffs y pastores alemanes. La milicia entregó varios ejemplares a reconocidos criadores para que este can representara un regalo de los militares para con el pueblo que tanto le apoyó.

La popularidad fue bastante grande, aunque pasaron muchos años antes que el American Kennel Club aceptare a la raza como autóctona, hecho que se suscitó luego de reconocer que no tenía cruces con el Matagi Akitas con el cual se volvía a los estándares de pureza del Akita Inu.

En el hogar

Es un perro de defensa y ataque, por lo cual tenerle en el hogar es seguro, pero de preferencia en una construcción (perrera o casa para perros) aparte, que esté adecuada para moverse y que le aleje de la humedad del suelo que le es bastante molesto.

Es más inteligente que el Akita Inu, lo que le hace ser dominante y territorial, implicando ello a que la familia debe presentarlo con quienes hará vida común para que sepa reconocer. Tiene mucha energía y suele ponerse terco si no le sacan a pasear o le ocultan cosas.

Por Xnomind

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