Akita Inu

En las tierras de Japón, surge una raza ancestral de perro, que se ha considera que puede llegar a tener hasta 3.000 años de antigüedad: se le conoce como Akita Inu, o Perro de Akita, bautizado así por ser originario de la Prefectura de Akita. Sin embargo, existen ciertas dudas sobre su origen, ya que se desconoce con exactitud su primera aparición.

Al habérsele dado tantos usos, fue reconocido bajo tres nombres: Matagi Inu, para aquellos destinados a la caza, Kurae Inu, conocidos como los perros de guerra, y Odate Inu, siendo los perros de providencia. En sus inicios, se conocía por ser utilizado en la caza de osos, gracias a que su tamaño lo hacía ideal para esta actividad. Pero debido a su fuerza y agresividad, en 1603 se le consideró como un ejemplar adecuado para las peleas de perros.

Para preservar la raza, se prohibieron estas actividades. Sin embargo, para la Segunda Guerra Mundial, era atrapado y usado para la confección de ropa militar, y su carne era tomada para alimentar a las tropas.

Akita Inu

Debido al temor de que desapareciera, algunos los reguardaron y aseguraron que eran perros de defensa, mientras que otros los cruzaron con pastores alemanes para preservar sus raíces. Con el tiempo, disminuye su población rápidamente. Para obtener la pureza de la raza nuevamente, empezó el cruce con los Matagi Akita, con lo que surgieron los ejemplares que conocemos en la actualidad.

Características del Akita Inu

El perro de Akita es un ejemplar fornido y musculo, de gran tamaño, llegando a medir en los machos 67 centímetros de altura y pesando entre 34 a 53 kilogramos, mientras que las hembras llegan a un máximo de 61 centímetros, y con un peso de 30 a 49 kilogramos. Sus patas, fuertes y rectas, le brindan elegancia a su porte.

Su cabeza tiene forma triangular, con un hocico relativamente delgado, en donde se ubica una pequeña nariz negra, o a veces también de color café o marrón oscuro. Su mandíbula, masisa y sólida, brinda una mordida fuerte y que encaja fácilmente. Sus orejas son pequeñas pero erguidas, con cierta inclinación hacia el frente, y sus ojos son igualmente pequeños, de color marrón y ovalados. Su lomo recto, culmina con una cola alta y peluda, que se enrosca sobre esto, y que al caminar, su movimiento adquiere cierta gracia.

Akita Inu

Este perro es obediente y leal a su amo, a tal punto que lo protegerá de cualquier amenaza, y no se resistirá en atacar de ser necesario. Aun así, es un excelente compañero de familia, llevándose bien con personas de cualquier edad. No existe ningún peligro en relacionarlo con niños. Es muy silencioso, por lo que rara vez lo verás ladrar.

Destaca por ser de gran inteligencia, aunque al no ser tan dóciles, no resulta tan sencillo entrenarlo. Solo obedecerá a su amo, siempre que este muestre liderazgo. Si la persona tiene una actitud débil en sus órdenes, puede llegar a desobedecer. Aun así, algunos países lo consideran como una raza agresiva, cuando esto no es cierto. Pero se debe a las características tanto físicas como de personalidad, que lleva a pensar esto.

Y en lo que respecta a su salud, es un ejemplar que necesita realizar mucho ejercicio para mantener su cuerpo saludable, lo que se acompaña con una dieta balanceada en calorías. Pero se han registrado algunas enfermedades propias de la raza, como problemas articulares a nivel de la cadera y rodillas, así como funcionamiento inadecuado de la tiroides.

Pelo del Akita Inu

Se trata de un perro peludo, de doble capa, suave y sedosa, aunque densa en la primera parte, mientras que la segunda capa es gruesa. Esto le ha permitido tener protección contra bajas temperaturas. No es necesario bañarlo de manera regular, a menos que se ensucie.

Akita Inu

Color

Su pelaje varía en tres colores: se conoce como atigrado, blanco y color rojizo.

Hechos y curiosidades sobre la raza

Es considerado uno de los signos de buena suerte en Japón. Dicen que quien tiene un Akita Inu en su hogar, fácilmente puede portar una camisa con el número 4, que para los japoneses es de mala suerte como lo es el 13 para los occidentales. Con el can en su hogar, ningún infortunio les puede llegar.

No es raro ver en redes sociales que en los momentos de desastres naturales como sismos, tsunami, etc., las personas abracen a sus caes y no sólo por protegerlos, sino que perciben que la energía del can les va a cuidar en medio de cualquier adversidad. Revisen los videos en Instagram y lo confirmarán.

El gobierno japonés e incluso la realeza le han propinado elogios en cada ocasión debida. El 8 de marzo es du día nacional y además de ser la Raza de Perro Oficial de Japón está catalogado como Monumento Nacional. Una doble titulación que ni los canes oficiales de todos los países del mundo, ostentan.

Al principio de su existencia su labor era la caza de animales pequeños, pero rápidamente, gracias a su agilidad y enfoque de fiereza en combate, comenzó el mismo Akita Inu a cazar animales de caza mediana y a enfrentar en jauría a animales salvajes como los felinos montañeses u osos. Su entrega y valor para que los humanos no fueran dañados por otras bestias, le fueron ganando respeto y alta devoción.

Incluso en los inicios del Karate, cuando los campesinos comenzaron a entrenar golpeando árboles con sus manos vacías para poder romper a golpes las armaduras de los militares o mercenarios invasores, el Akita Inu les acompañaba acosando y atacando a muchos de éstos. Desde ese entonces fue llamado el perro de los justos, al percibir que ellos se habían colocado del lado de los inocentes.

En el hogar

Como bien dijimos, el Akita Inu es una bendición de buena fortuna para las familias japonesas. Y no es que la raza no se pueda vender, es que no existe necesidad ya que casi siempre se encontrará a una persona que desee obsequiar a quienes inician su vida como pareja, esta bendición. Y aunque varias otras razas japonesas también llegan como tributo al éxito, estadísticamente es este can el que se lleva los laureles.

Además del halo de buena fortuna, el animal es integralmente eficaz. Su sagacidad, autocontrol, responsabilidad, elegancia y el toque de ternura le hacen calar perfectamente con todos los miembros de la familia. Su entrenamiento es muy sencillo y veloz y si quiere aprender algo nuevo se lo hará saber a sus familiares.

No ataca a los extraños a menos que perciba hostilidad. Se mantiene alejado pero alerta de ellos y eso insta a que requiera ser socializado por sus propietarios. El Akita Inu es muy aseado y sabe aprovechar todos los espacios y respetar los ajenos.

Pinturas, esculturas, dibujos animados, material de merchandising hacen de la presencia del Akita Inu en Japón algo regular y que dista mucho de fastidiar o ser algo rutinario que se deje pasar. Es uno de los símbolos de invitación a la población a hacerse copartícipe y buena anfitriona en Los Juegos Olímpicos y paralímpicos de Tokio 2020.

Por Xnomind

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