Entre los perro de origen tibetano encontramos al Lhasa Apso, una mascota que se caracterizan por la longitud de su pelo y por su pequeño tamaño.
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Historia y origen del Lhasa Apso
El origen de estos perros se remonta alrededor del siglo IX a.C. siendo un perro desarrollado en el Tíbet a partir del terrier tibetano y perros tibetanos de tipos pastoreo. Es importante mencionar que la historia de estos perros estar relacionada con Buda. Básicamente se dice que Buda tenía la capacidad de controlar a los leones y como a los Lhasa Apso se les llama “perro león” se relacionó esta leyenda con estos perros.
Pero estos perros también estaban envueltos en otras creencias, ya que se piensa que los monjes tibetanos reencarnan en estos perros cuando no llegan al nirvana.
Por otro lado los monjes usaron a estos perros para la guardia, por lo que se volvieron canes muy fuertes y resistentes, por las condiciones climáticas de este lugar. Luego de un tiempo estos canes fueron llevados a China, donde se usaron para desarrollar al shih tzu y pequines.
Después de China, fueron llevados a Europa por mano de Gran Bretaña a inicios del siglo XX, y solían ser confundidos con otros perros asiáticos pequeños. Fue por esta confusión que estos canes comenzaron a ser usados como perros de compañía, a pesar de sus habilidades como perro guardián.
Características del Lhasa Apso
Comenzando con las medidas de estos canes podemos decir que llegan a medir unos 25 cm a la cruz en el caso de los machos, y un poco menos en el caso de las hembras. El peso por otro lado puede ser de unos 9 kg, para ambos sexos, sin embargo no hay un peso específico para esta raza.
Lo que más destaca de estos canes es su pelaje el cual, suele ser denso, liso y grueso, con una capa interna y otra externa. En el caso de la externa, le permite protegerlo del calor reflejado por la radiación solar. Mientras que la capa interna, le permite cubrirse del frío.
Con respecto al color de su manto este puede variar, aunque suele ser de color marrón claro, gris oscuro, negro azabache, blanco o multicolor.
Por otro lado debemos mencionar que la Federación Cinológica Internacional (FCI) indica que estos canes pueden tener una gran variedad de coloración.
Temperamento
Lo primero que debemos tener en cuenta es que estos canes sirvieron desde un inicio como perros guardianes. Debido a esto pueden llegar a ser muy distantes con los extraños. Siendo todo lo contrario con las personas que conoce.
En la actualidad estos canes son usados como perro de compañía. Por lo que con sus conocidos estos canes se mostraran muy cariñosos, juguetes y un poco bobos.
Si queremos que estos canes tengan un correcto comportamiento debemos enseñarlos a socializar desde una edad temprana. Ten en cuenta que no se llevan bien con otros perros y personas por su naturaleza desconfiada.
Cuidados del Lhasa Apso
Si tenemos a uno de estos canes como mascotas es importante, saber que necesitan de muchos cuidados, sobre todo cuando se trata de su pelaje. Recuerda que este es liso, denso y grueso por lo que debes cepillar de forma regular, para lograr eliminar los nudos y evitar que su pelaje se siga enredando.
En cuanto al baño este debe hacerse cada vez que sean necesario. Ten en cuenta que su pelo es muy propenso a ensuciarse. Al mismo tiempo cada vez que termines de bañar debemos proceder al secado. Luego seguir con el cepillado para eliminar cualquier nudo que pueda llegar a formarse.
Con relación al ejercicio este debe hacerse de forma frecuente, por lo que debemos sacar a pasear todos los días. Al mismo tiempo te recomendamos ejercitar su mente, usando juegos de adiestramiento.
Hechos y curiosidades sobre la raza
Para los tibetanos, el Lhasa Apso es el verdadero ancestro del Spaniel Japonés, algo en que los chinos no están de acuerdos y los datos arqueológicos que sitúan a los ancestros del SJ en el Valle del Niño, también llegan a negar.
Es un perro mediano que en altura a la cruz tiene entre 28 y 25cm y pesa entre 7 y 6 kilos, macho y hembra respectivamente. Bastante enérgico tanto para sus actividades como fecundo para la procreación. Hay hembras que pueden tener hasta 3 camadas de 6 cachorros al año y además, su recuperación posparto es una de las más rápidas existentes.
Acicalar a un Lhasa Apso es un acto que amerita bastante tiempo y disposición, al menos 2 veces al mes si el clima es de temperatura ambiente, 3 veces si las temperaturas comunes superan los 27ºC.
Aunque en Amigos de los Perros siempre defenderemos los derechos de todos los perros en lo que respecta a su adopción sin discriminaciones por el color e ir en contra de la usura ante colores que se consideren “exóticos”, debemos reconocer que los ejemplares de este can en dorado, miel y pizarra son realmente los más espectaculares; no obstante existan tantas adopciones de los mismos.
Lo positivo es que no se encuentra inmersa la mano del hombre para procurar que las hembras den mayoritariamente a luz cachorros de estos colores, son los más dominantes. Los de color humo, negro, arena, entrecano salen en una relación de 2 por cada 6 cachorros. El multicolor es el menos común, pero no por eso usted debe pagar más por su adquisición, él es igual en talentos y virtudes naturales que destacan más que un color no muy frecuente de pelaje.
El que en un principio fue entrenado para salvaguardar tesoros, secretos, recetas y sobre todo la paz y religiosidad de los monasterios budistas, alertando con sus ladridos ante la incursión de personas ajenas al recinto, hoy por hoy continúa brindando tales funciones a los hogares, empresas, lugares turísticos y patrimoniales, así como en centros comerciales donde es frecuentemente visto haciendo compañía a residentes como a vigilantes.
Es una de las razas favoritas de los servicios privados de seguridad asiáticas, que por sus leyes no pueden usar caninos mayores por leyes de protección o considerarlos sagrados.
Y aunque el Lhasa Apso es un perro que se considera sagrado, es también uno de los más populares entre los estratos sociales bajos porque atrae la buenaventura al cuidar los más humildes de sus bienes. Por eso cualquiera los puede tener, sólo con la obligación de cuidarle, jamás darles castigos psicofísicos ni abandonares, ya que existen multas y penas de cárcel por esas atrocidades.
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