República Checa es la cuna de una de las razas de perro pequeña, que se consideró muy útil siglos atrás. Se trata del Ratonero de Praga, también conocido Ratón de Praga, cuyo nombre hace referencia a su reducido tamaño, comparándolo con el de un roedor.
Originario de la ciudad de Bohemia, se encontraba habitando los palacios reales, siendo el perro sobre los que todos ponían su ojos. Desde corretear los pasillos, hasta pasear en los salones durante las fiestas, el Ratonero de Praga siempre estaba presente en cualquier momento. De esta manera, pasa a ser símbolo de estatus social, ya que desde príncipes, hasta altos cargos del gobierno solían tener en su posesión un ejemplar de esta raza.
Su gracia y elegancia solo provoca una idea en el príncipe Vladislav II: convertirlo en el regalo perfecto para ofrecer a otros monarcas y nobles. De esta manera, su popularidad se acrecienta y empieza a encontrarse en otros territorios, pero sigue siendo relacionado con personas de la realeza. Su atractivo llega a encantar a otros reyes como Boleslav II, de Polonia, y Karel IV, de Chequia, quienes también lo incluyeron dentro de su corte.
Poco a poco se vuelve cada vez más popular, que los ciudadanos comunes adoptan la costumbre de tener un ejemplar en su hogar, y pasa de ser un perro de la alta sociedad, a un perro de compañía. Pero con la llegada de las guerras, su población se ve afectada, llegando a disminuir drásticamente. Es así, como es dejado de lado y se encuentra bajo amenaza.
Pero tras estos eventos, sobrevive y pasa desapercibido a los ojos del mundo. Los seguidores de la raza luchan por que sea reconocido para devolverle su gloria, y en 1980 lo logran. En la actualidad, sigue siendo un ejemplar poco reconocido mundialmente, aunque su presencia si se ha expandido.
Características del Ratonero de Praga
Muchos consideran que comparte muchas similitudes con el Chihuahua y el Pinscher, por lo que se considera que posiblemente estos sean sus ancestros, aunque no está confirmado. Entra dentro de la categoría perros Toy o mini, debido a su tamaño tan pequeño. Su altura es bastante reducida, rondando los 20 a 23 cm. Mientras que es bastante liviano, teniendo un peso entre 1,5 y 3,5 kg, Lo más recomendable es mantenerlo cercano a los 2,6 kg.
Su contextura se destaca por ser delgada pero musculosa. Sus patas son muy finas y le dan un porte elegante. Su cabeza es redondeada, y en ella figuran un par de ojos saltones. Sus orejas, siempre levantadas, dan el aspecto de estar siempre alerta.
Es un perro bastante activo y energético, pareciera que siempre está dispuesto a jugar. También le encanta correr, por lo que le encantará salir a pasear con recurrencia. Una vez que es adoptado por una familia, establece fuertes lazos afectivos con sus amos, ya que posee una personalidad cariñosa. Se adapta fácilmente a los hogares con niños, pero debe ser educado para tener una actitud calmada. No es una raza agresiva, pero si no se le acostumbra a la presencia de extraños, puede recurrir a los ladridos.
Pero haciendo referencia a su salud, es necesario tener en cuenta que es un perro delicado, por lo que no hay tratarlo de manera brusca, ya que puede producirse alguna lesión o fractura de hueso. También puede presentarse casos de luxación de rótula. Se le debe proporcionar una alimentación balanceada que permita un desarrollo adecuado. SI los cuidados se aplican de manera correcta, puede llegar a vivir entre 12 y 14 años.
Pelo del Ratonero de Praga
El pelaje del Ratonero de Praga es pegado a su cuerpo, con una apariencia brillante, de longitud corta y con textura suave. No es necesario bañarlo con regularidad ni mucho menos cepillarlo.
Color
Su peaje varía en distintos colores combinados: negro y bronce, marrón y bronce, negro azulado y bronce.