Una de las razas más antiguas del mundo es el Pekinés, un perro de compañía, que también puede llegar a ser usado como perro guardián, que no suelen ladrar en exceso.
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Historia y origen del Pekinés
El origen de este perro se remonta a China, donde eran conocidos como “perro león” y eran empleados como mascotas de compañía. En específico estos canes se podían encontrar en el Imperio Pekín, por lo que recibió el nombre de Pekinés.
Las primeras documentaciones que se tienen de estos perros se remontan a grabados coreanos de hace 4000 años. Por otro lado para el siglo VIII d. C ya se encontraban a estos perros inmersos en la corte imperial china, en plena dinastía Tang.
Debemos resaltar que en su momento estos perros se convirtieron en la Antigua China en un símbolo religioso el cual llevaba una estrecha relación con la familia imperial. El impacto de estos perros fue tanto que el mismo se convirtió en el perro oficial del budismo.
Por otro lado es importante mencionar que desde sus inicios estos canes fueron exclusivos de la realeza imperial y de la alta nobleza china. Debido a esto la exportación de dichos perros quedó prohibida, hasta 1890 cuando estos canes llegaron a Europa.
En la actualidad todo esto cambio, ya que hoy día son una de las razas de perros más populares que se pueden encontrar en todo el mundo.
Características
Empezando con el tamaño de estos canes podemos decir que llegan a los 25 cm, con un peso de 5 kg en el caso del macho. En el caso de la hembra el tamaño es mucho mayor llegando a los 28 cm con un peso de 6 a 7 kilogramos. Otras características que tienen estos canes son;
- Nariz pequeña y achatada.
- Ojos redondos y de color oscuro.
- Cabeza más grande que el cuerpo.
- Orejas pequeñas, caídas y cubiertas de mucho pelo.
- Cuerpo pequeño y robusto con extremidades cortas.
- Cola larga y como sus orejas cubierta de mucho pelo.
En cuanto a su pelaje este se destaca por ser abundante, liso y largo con ondas ligeras acercándonos a las puntas. Con respecto a los colores permitidos para esta raza de perros tenemos el marrón, anaranjado y rojizo. No obstante, también se aceptan otra variedad de colores como el marrón oscuro, pardos y grisáceos.
Temperamento del Pekinés
Estos perros se consideran por ser buenas mascotas hogareñas y cariñosas con los humanos. Pero también pueden ser arrogantes, territoriales y en algunos casos gruñones. Cuando se trata de extraños estos perros pueden mantenerse distantes y mostrarse muy apáticos.
No obstante, sucede todo lo contrario con sus dueños ya que estos son muy afectuosos y cariñosos. Debido a esto se trata de perros a lo que les encanta mucho recibir cariños de sus dueños, aunque no en exceso ya que también disfrutan de ser independientes.
Salud
Desafortunadamente estos canes pueden sufrir algunos problemas de salud. Entre ellos problemas respiratorios, ya que su hocico es chato y tienen los huesos nasales cortos. Al mismo tiempo pueden llegar a sufrir enfermedades del corazón.
Lesiones y úlceras en los ojos también son comunes, ya que estos son saltones. Por lo que debes tener mucho cuidado cuando saques a pasear.
Cuidados del Pekinés
Por lo general estos canes no suelen necesitar de muchos cuidados, bastará con que saques a pasear al parque a diario para que puedan realizar ejercicio y mantenerse en forma. Al mismo tiempo debes cepillar su pelaje una vez por día, ten en cuenta que este puede llegar a enredarse.
Con relación al baño te recomendamos realizar una vez al mes. Debes asegurarte de limpiar las arrugas de su hocico con un paño húmedo, para evitar posibles infecciones.
Aparte cuando saques a pasear debes tener en cuenta que estos canes son propensos a sufrir golpes de calor. Así que debes tener mucho cuidado y pasearlo cuando no esté la temperatura tan alta. Al mismo tiempo debemos cuidar su alimentación ya que pueden sufrir de sobrepeso.
Hechos y curiosidades sobre la raza
Poemas, canciones, juguetes, videojuegos, aplicaciones, caricaturas, presencia en películas. Este es uno de esos canes que llega a la mente de las personas y jamás se va. Aún aquellos que no son amantes de los Perros, saben reconocer y hasta ven con agrado sin igual la presencia de un Pekinés, can que siempre lleva la mente y las emociones a Asia y pareciera extraño de ver tan cerca.
Incluso quienes ven un negocio regentado por personas asiáticas, inmediatamente le asocian con este can, muy por encima del gato de la fortuna (el que mueve siempre un brazo).
Y es que el Pekinés es el sinónimo de la China de los emperadores. Ese can que con atavíos podía acompañar, colocarse en las piernas de quien regía los destinos de China y caminar por donde quisiera y ser objeto de respeto y veneración –fuera por miedo o por superstición-.
Los soberanos chinos dedicaban gran parte de las fortunas del reino al cruce, cría, manutención y veneración del Pekinés como símbolo inequívoco de honestidad y prosperidad, así las cosas en el reino no fueren tal cual las asociaban con tan hermoso can.
Aun existiendo otras razas de respeto y cuidado por parte de los emperadores, el Pekinés estaba por encima de ellos, poseyendo sus propias salas de crianza alejados de los otros canes, siendo cuidados y entrenados para demostrar respeto por su amo y saberse superiores a los demás humanos y animales.
Existían también ejemplares sin linaje que quedaban para nobles y el pueblo en general, ya que ninguno podía ser mejores que los perros reales. Pero el Pekinés del pueblo era más resistente a las adversidades, aprendía a valerse por sí mismo y poseía propósito, cuidando propiedades y a las personas enfermas.
Esa es la raza que luego, rotas las brechas imperiales chinas, se cruzó con los perros nobles creando el pedigrí ideal. Aunque ya muchos de los mestizos habían salido de las fronteras y siendo prolijos en cachorros.
Hoy por hoy hay que revisar la genealogía de cada perro para otorgarle el certificado de pedigrí como Pekinés puro. Pero sepa usted que todos son pekineses ya que sus genes son dominantes y su belleza, ímpetu y fidelidad siempre se mantendrán intactos y útiles para usted y el hogar al cual ellos se apegan afectuosa y lealmente.
Una anécdota indica que existió un Pekinés (Ling Ling) que recibió el Premio Confucio de la Paz, la versión China del Premio Nobel de la Paz, en el año 2009.
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