De los terriers, es una de las razas más ancestrales, estimándose 200 años de antigüedad. El Staffordshire bull terrier es un perro originario de Inglaterra, que nació del cruce intencional de un bulldog inglés y un terrier, con el fin de crear una raza ideal para la caza, siendo ágil y tenaz. Esto con el tiempo le pareció útil a los dueños para probar sus cualidades en peleas de perros y contra toros u osos. Sin embargo, se consideró una actividad cruel y fue prohibida.
De esta manera, nació otro tipo de competición: los pitrats. En estos casos, se soltaban a los perros en fosos llenos de ratas, y el que atrapara más roedores, se consideraba ganador. Para entonces, también se consideró útil como perro de caza, formando parte de estos grupos. En la actualidad, suele verse formando parte de competiciones de agilidad y obediencia.
Con el tiempo, se consideró un excelente compañero en el hogar. A pesar de su pasado, es una raza muy amigable y juguetona, lo que lo hace ideal para estar con niños, sobre todo de más de ocho años.
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Características del Staffordshire bull terrier
Esta especie se ha destacado por una fuerte musculatura, y un cuerpo bastante robusto, lo que le otorga un aspecto atlético. Este cruce le otorgó una altura mediana, rondando los 26 a 40 centímetros de longitud. Así mismo, supera a algunos de los terriers, llegando a pesar entre 12 y 18 kilogramos.
Su cabeza destaca por ser pequeña, pero de gran fuerza en la mandíbula, lo que le permite tener una mordida firme. Y es que al ver dentro de su boca, se encontrarán bien alineados sus grandes dientes, ideales para masticar. Debido a esta fama, es que muchos sienten miedo de su presencia. En la parte más alta, se puede encontrar sus orejas de tamaño mediano, que suelen estar a medio caer, formando un pequeño arco. Aun así, sus oscuros ojos redondos hacen que trasmita una mirada amigable.
Si desde pequeño socializa con personas y otros perros, y se le trata con cariño, llega a ser un perro muy amigable y dócil, dedicado a su familia. Pero los expertos recomiendan que se evite tratarlo como una persona más dentro de la familia, ya que no se considera adecuado humanizarlos.
Por lo general, cuenta una actitud protectora, estando alerta a los eventos que ocurren al alrededor. Esto se debe a que forma fuertes lazos con las personas que se relaciona, llegando a ser un perro muy cariñoso.
Sin embargo, al ser tan populares, su reproducción indiscriminada ha logrado afectar a su genética, llegando a registrarse ciertos padecimientos comunes dentro de la raza. Se destacan de esta manera, afecciones a nivel articulas, muscular y de los huesos. La piel puede llegar a presentar problemas con más frecuencia, como lo es la dermatitis, y por lo general, suelen desarrollar cataratas en ambos ojos.
Si bien en sus etapas iniciales no es necesario forzar el ejercicio, a medida que avance el tiempo, se debe crear una rutina de ejercicios que favorezca el desarrollo de sus músculos, ya que staffordshire bull terrier necesita mucha actividad física. Aun así no se debe someter a duros entrenamientos, para no perjudicar su salud.
Pelo del Staffordshire bull terrier
El Staffordshire bull terrier es u perro de pelaje pegado al cuerpo, y de textura lisa. Su cuidado es bastante sencillo, ya que no requiere tanto cepillado. Y en lo que respecta a los baños, no son muy regulares. Basta con bañarlo de uno a dos meses. Con esto, podrás ver un aspecto brillante y saludable.
Color del Staffordshire bull terrier
Esta raza de terrier se considera una de las que se puede encontrar en distintos colores de pelaje, destacándose: negro, rojo, blanco, leonado, gris azulado, atigrado, y con combinaciones con blanco.
Su clasificación
Tomando en cuenta su altura a la cruz de 40 y 35cm como máximo y peso alrededor de los 17 y 12 kilogramos tope (en machos y hembras, respectivamente), acompañado de sus aptitudes como perro de compañía y antiguamente perro de pelea, este can ha recibido una clasificación general como raza de perros medianos, recibiendo de la FCI la clasificación en el grupo 3, perros terriers tipo bull y de la AKC el grupo 4, terriers.
Aclaramos que ésta no es una disparidad entre la FCI y la AKC, sino sus maneras de denotar al canino, tomando en cuenta las regiones donde el Staffordshire bull terrier hace vida y sus aptitudes, además de los lugares donde dichos centros pro canes tienen potestad.
Hechos y curiosidades sobre la raza
El can es realmente intimidante, por lo que no es raro que muchas personas le demuestren miedo incluso cuando sus dueños lo llevan con su cadena de paseo colocada y les invitan a socializar con él. Su rostro y la firmeza de su robustez que denota fuerza, son sus némesis y aunque no se crea, van influyendo en la autoestima del can, por lo que éste se hace indiferente a los demás. Mejor dicho, las actitudes de los demás le hacen indiferente.
Es un animal que podríamos llamar el “fitness gym” de los perros. Porque al Staffordshire bull terrier el ejercicio físico, los abrazos fuertes, las condiciones climáticas adversas, los caminos sinuosos e incluso los golpes que pudiere recibir de algún inconsciente o por una caída u otro hecho fortuito, lo que les hacen es ser más fuerte y que se anima más.
Calmar su excitación amerita que sus dueños estén además de bien formados, tener muchísimo carácter, algo de fuerza física y los adminículos necesarios para ello, incluyendo el común silbato para perros, el cual aunque le molesta, lo termina obedeciendo.
Los antepasados del Staffordshire bull terrier llegaron a enfrentar a osos, toros, lobos tanto en el hecho de la cacería, la defensa de carruajes, poblados y fincas y luego como entretenimiento barbárico que llegó –lamentablemente- hasta el siglo XX y en algunos países como Japón, continúan realizándose bajo la mirada complaciente de las autoridades.
Este can estuvo en esas peleas –legales e ilegales- hasta su erradicación no hace más de 25 años sin contar el tiempo donde aún se hacían de manera clandestina.
Hoy por hoy este can de cara brava, es uno de los más cariñosos guardianes de niños, consecuente con sus amos y fieles vigilantes del hogar. Con entrenamiento, palabras firmes (no se entiendan como gritos o regaños) y recompensas bien otorgadas más cariño real, su Staffordshire bull terrier sacará su real esencia de perro fiel, la que cubre con un físico de miedo.