Braco francés

El braco francés se conoce como por ser un perro desarrollado en la región pirenaica de Francia, la cual tiene una gran personalidad siendo excelente para convivir con niños y otros tipos de perros y mascotas.

Historia y origen del braco francés

Como ya mencionamos estos canes son originarios de Francia hacia finales del siglo XVI, no obstante no se puede dar una fecha concreta para el origen de estos perros. De hecho existen varias teorías sobre quienes fueron sus predecesores, una hipótesis y la más extendida es la que no dice que estos perros son productos de punteros europeos y del extinto “Southern Hound” de Gran Bretaña.

Su historia nos dice que estos perros eran propiedad de la nobleza francesa, por lo que eran un perro de difícil acceso. Sin embargo, luego de que ocurriera la Revolución Francesa, estos canes se vieron gravemente afectados.

Es importante mencionar que estos perros llegaron a ser muy populares en el sudoeste de Francia. Sin embargo en la década de 1800 se dividieron en dos razas distintas. Siendo una de ellas más pequeña, las cuales estaban mejor adaptada a la vida urbana y en casa de la ciudad.

Para terminar debemos mencionar que estos perros son considerados una de las mejores razas de caza, la cual se adapta muy bien a diferentes tipos de terrenos. Además podemos decir que pese a las modificaciones que ha sufrido, se le considera como uno de los mejores perros de muestra que hay.

Características 

Características del braco francés

Estos perros tienen una apariencia similar al braco alemán de pelo corto, por lo que en ocasiones son confundidos. Algo muy común ya que ambos ejemplares cuentan con una cabeza elegante, hocico corto y ojos de cualquier tonalidad.

En cuanto a sus dimensiones podemos decir que estos perros llegan a medir entre 47 y 56 cm, pudiendo pesar 16 y 25 kg. Por otro lado tienes unas orejas cortas y unos labios menos colgantes.

Si hablamos de su pelaje podemos decir, que este es corto y fino, pudiendo ser de color blanco con parches o manchas marrones. Es importante indicar que estos canes no están permitidos en negro.

Temperamento 

Estos animales destacan por tener un gran comportamiento, siendo muy equilibrados y sociables, por lo que prosperan muy bien en el ámbito familiar. Sin embargo, debemos tener cuidado cuando se trata de niños pequeños y mascotas, sobre todo cuando no han sido presentados desde una edad temprana.

Algo muy importante a tener en cuenta es que estos perro al ser tan apegados a sus dueños, suelen sufrir de ansiedad por separación. Es por ello que no se recomienda dejarlos solo por mucho tiempo.

Entrenamiento del braco francés

Entrenamiento del braco francés

Entrenar a estos perros no suele es una tarea complicada eso se debe mayormente  a que son muy buenos siguiendo las órdenes para las que fue diseñado, aparte es muy obediente. Si va a ser empleado para la caza natural, lo mejor es que sea de ave ya que tiene mucha habilidad para ello.

Por otro lado es importante mencionar que estos perros son sensibles, lo que quiere decir que necesitan de un entrenador comprensivo. No debemos aplicar duros mandatos o malas críticas, de lo contrario nuestro perro no aprenderá nada. Para su entrenamiento hay que ser pacientes y aplicar refuerzo positivo.

Cuidados del braco francés

Afortunadamente estos perros son muy saludables, de hecho llegan a tener una vida útil de 12 a 14 años, siempre y cuando se les dé un correcto cuidado. Esto quiere decir que debemos, dejarlos hacer ejercicio y diversas actividades al aire libre, que permitan tanto la estimulación física como mental.

Debido a que tienen un pelo corto su ase no es tan exigente, bastará con cepillar frecuentemente. Por otro lado debemos cepillar sus dientes diariamente, recortar sus garras mensualmente, limpiar sus orejas para evitar infecciones y bañar cuando sea necesario.

Hechos y curiosidades sobre la raza

Si bien la mayoría de los perros galos se caracterizan por obediencia, distinción y elegancia, el perro Braco francés además de ello se le suma un carácter dulce que no empalaga, sino que enternece y complace a los sentidos de quienes tiene en derredor y siempre se muestra afable en pro de ser de utilidad para los suyos, incluso cuando se mantiene a distancia, porque si algo tiene, es un sagrado respeto por el espacio de los demás y el cómo se sienten y expresan sus emociones.

Su inteligencia le permite ser muy empírico, por lo que el entrenamiento para perros ha de ser bastante práctico y permitirle la libre expresión, ya que no tolera las órdenes mecanizadas de la repetición y menos cuando ha demostrado el haber aprendido sus lecciones. Un orgullo e independencia que si bien se respetan, también se han de controlar o terminará creyendo que es quien domina en el hogar o en sus actividades.

La hembra del Braco francés es más difícil de llevar cuando ha sentido que tomó el control. Pero tranquilos, esas actitudes se pueden moldear con disciplina y siempre hablando con firmeza y enseñando con el ejemplo.

Existen dos tipos de razas derivadas en el Braco francés, la del Pirineos y el Gascuña. Además, los ejemplares pequeños son más rápidos y vivaces, entregados a las actividades, proactivos en general. Los ejemplares grandes poseen una morfología que les hace más pesados sin que ello apague su carisma, pero se hacen bastante metódicos para actuar.

Su carrera no es precisamente veloz, pero sí es continua gracias a su resistencia.

Este can trabaja en base a indicios. Además de detectar dónde está la caza, contempla las posibilidades de que las presas puedan escapárseles y las minimiza, repasando lo que podríamos llamar “sus estrategias”.

Presta muchísima atención a los pormenores, ya que no le gusta tropezarse con lo que no sea su presa, so pena de tener enfrentamientos inútiles con otros animales que le hagan perder sus objetivos. De hecho, cuando no está en labores es muy pacífico, tanto que ve con indiferencia a los extraños, aunque está atento de que sus intenciones no le perjudiquen y menos a los suyos.

Es un digno exponente de los perros indicadores, pudiendo señalar al animal objetivo, su madriguera o crías quedándose estático y apuntando con su nariz el lugar al cual su amo ha de adentrarse a cazar, algo que aunque parezca cliché, no todos los perros de caza logran tan a la perfección como el Braco francés.

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Por Aiton

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