Una división común entre los dueños de mascotas se marca entre quienes les permiten dormir en la cama y quienes no. Aunque son muchos los dueños que no tienen inconveniente en compartir cama con sus compañeros peludos, muchos otros rechazan esta práctica por un motivo u otro.

Hoy vamos a explorar los diferentes argumentos a favor y en contra de esto. Revisaremos todo tipo de argumentos, desde quienes temen por que las mascotas dañen sus camas modernas, hasta aquellos dueños más estrictos que consideran que dormir con ellos es malcriarlos.

Por otro lado, aunque nos vamos a centrar en los perros (ya que esta es la mascota más popular), hacia el final del artículo trataremos de introducir a los gatos en este debate.

Dormir con perros

Vamos a empezar con las ventajas. A pesar de que algunos dueños y veterinarios consideran que lo ideal es establecer espacios particulares de sueño para los perros, el dormir con ellos en una cama de 2 plazas tiene varios aspectos positivos.

El más obvio e inmediato es que es que esto aparece como una oportunidad perfecta para estrechar el vínculo con nuestra mascota. Tanto los perros como los humanos utilizamos el sueño conjunto como una oportunidad para establecer conexiones más fuertes. Esto es algo instintivo y común en la mayoría de los mamíferos.

El sueño está entre los momentos de mayor vulnerabilidad para todos los animales. Es por eso que compartirlo con otras formas un sentimiento de confianza e intimidad. Entre los mamíferos esto se vuelve todavía más fuerte teniendo en cuenta que nos genera un recuerdo instintivo a la primera infancia.

Más allá de esto, estudios muestran que dormir junto con nuestras mascotas es una forma muy efectiva de reducir tanto el estrés como la ansiedad. La presencia de los perros contribuye a generar un ambiente tranquilo en el cual los humanos nos sentimos cómodos y seguros, generando un descanso más efectivo.

De hecho, este efecto calmante es útil mucho más allá de las camas King. El uso de perros como mecanismo anti estrés es una práctica muy extendida en hospitales de todo tipo y casas de ancianos, ya que la presencia canina tiene marcados efectos relajantes.

Algunas desventajas

Como ya pudimos ver, dormir con nuestras mascotas puede traer una serie de beneficios. Pero también es verdad que esto también puede traer algunas desventajas en algunos casos.

En un principio, algunas personas pueden contar con alergia tanto hacia el pelo de los perros como a los ácaros. Esto vuelve el contacto tan cercano, como dormir junto con ellos en una cama King, poco recomendable.

En general, muchas personas pueden tener alergia en niveles bajos, si bien esto puede hacer que no tengan inconvenientes en el día a día, las alergias leves pueden activarse en el caso de pasar mucho tiempo en un contacto tan cercano.

Además de las alergias también está la cuestión de la higiene. Cualquier dueño sabe que los perros no son los animales más limpios del mundo, por lo que compartir una cama de 2 plazas con ellos puede ser antihigiénico en el caso de que pasen mucho tiempo afuera o estén sucios.

Por otra parte, la cuestión de la comodidad se vuelve más relevante en el caso de los perros grandes. Algunas razas como el pastor alemán o el gran danés, aunque excelentes compañeros, tienen un tamaño y un peso que los hacen ocupar una buena cantidad de espacio, incluso en las camas más espaciosas.

Para poner un ejemplo, un perro grande puede medir alrededor de 70 centímetros y pesar más de 50 kilos. Mientras que por otro lado las medidas de cama king regular se acercan a los 1,90 metros de ancho por los dos metros de largo. Esto significa que estos perros podrían ocupar más del 25% de la cama.

Por último también está el tema de los espacios. En general, un perro bien entrenado debe poder comprender qué espacios les corresponde y cuáles no. Gran parte del adiestramiento adecuado tiene que ver con establecer la autoridad del dueño por sobre el animal, y para esto los límites claros son importantes.

En este aspecto, el establecer la cama king como lugar humano y diferenciarlo de los lugares caninos es una buena manera de establecer dominancia. De todas formas, un perro bien entrenado debería poder comprender sus espacios sin necesidad de remarcarlos constantemente, por lo que no habría problema en estos casos.

Dormir con gatos

Pero además de los perros, los gatos también forman grandes compañeros nocturnos. En el caso de nuestros amigos felinos, gran parte de lo dicho para los perros (en especial las partes del vínculo y la relajación) aplica de igual modo.

Por otra parte, entre sus desventajas se encuentra que puede ser difícil establecer límites. De la misma forma que los perros, los gatos al estar cómodos en un mueble tienen a rasgarlo. Por lo que la tarima 2 plazas de tu cama podría aparecer como un cómodo rascador en los ojos de tu mascota.

De todas formas, como en el caso de los perros, un gato bien entrenado debería conocer bien la diferencia entre un mueble y un rascador. A pesar de esto, recomendamos tener cuidado para evitar inconvenientes, más aún en el caso de tarimas delicadas.

Por otro lado, los gatos son animales con horarios de sueño muy distintos a los humanos. Esto puede generar que seamos despertados por nuestra mascota correteando por debajo de box tarima 2 plazas de nuestras camas a altas horas de la noche.

En cuanto a la comodidad, compartir cama con estos animales es mucho más fácil que con los perros. Además de ser más limpios, salvo algunas excepciones, los gatos son más pequeños y livianos que los perros.

Volviendo al ejemplo anterior, incluso un gato grande puede llegar a medir como máximo 40 centímetros y pesar alrededor de 9 kilos. Esto lo hace ocupar un 20%, si como hicimos antes tomamos las medidas de una cama de 2 plazas promedio en alrededor de dos metros de largo y ancho.

Esto ha sido todo en esta oportunidad. De una u otra forma, ya sea que decidan dormir solos o junto con su mascota, creemos que luego de leer este artículo contarán con la información suficiente para tomar una decisión informada.