Esta raza es de la familia de los lebreles de origen Irlandés, de pelo duro, y de tamaño gigante. Su origen se pierde en el tiempo, existen varias teorías de que el lobero irlandés se encuentra en la isla de Irlanda desde hace más de 5.000 años. Este animal pertenecía a los perros llamados los reyes de la velocidad, ya que es enorme con un gran físico, velocidad y fuerza, de la familia de los lebreles. Los irlandeses se dedicaron a criar a esta raza para la cacería y hasta el siglo XVII son los primeros en la caza de animales grandes como los jabalíes, osos o ciervos rojos. Lleva ese nombre ya que también es cazador de lobos y defiende al ganado de dicho animal en momentos que sea necesario.
Con el pasar del tiempo con la disminución de la actividad de la caza de grandes presas, el lobero irlandés estuvo en peligro de extinción, por ello empezaron a realizar cruces con nuevas razas grandes con similares a él, como el lebrel escocés, Deerhoung, o el Gran danés.
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Características del Lobero irlandés
Es una raza de perros grandes. Tiene una gran altura y en ocasiones puede alcanzar los 100 centímetros, por lo que al ponerse a dos patas es tan alto como un humano, su peso es proporcional a su estatura. Al igual que el Gran Danés, es uno de los perros de mayor estatura del mundo. Con un cuerpo fuerte, compacto y bien estructurado, cráneo y hocico son puntiagudo por ello su cabeza alargada los ojos son almendrados y las orejas son pequeñas, tiene una espalda corta y sólida, y pecho profundo. Su apariencia es firme, activa y amigable. Tiene un lapso de vida de 7 a 11 años Esto puede depender del cuidado, la alimentación y su calidad de vida, por lo general su duración no es muy alta, ya que por ser de gran tamaño suelen vivir menos que los perros de razas pequeñas. Unos de sus cuidados más importantes es cepillar su pelo diariamente y retirar el pelo muerto, ya se le anuda con gran facilidad. El ejercicio diario también es importante para él ya que es indispensable para su salud. Por otra parte también es muy necesario su buena alimentación no solo para mantener su peso sino para evitar enfermedades.
Su gran afecto hacia sus dueños también es muy característico de él, al igual que su firmeza y equilibrio en su comportamiento. Son muy apegado a sus dueños, esto hace de él una excelente mascota, también un gran perro de protección y de guardia, protege el hogar y a quienes lo ocupan, adaptándose a la perfección a todos los miembros de su familia. Este perro es tranquilo, paciente y muy independiente. Obediente y alegre.
Le encanta los espacios libre ya que es necesario para ejercitarse y desprenderse de la energía acumulada, por otra parte es recomendable no llevarlo a la vida urbana. Un piso para este perro es como sentirse prisionero y la forma de moverse en él podría ser muy poco natural.
Este perro prefiere el clima frio y veces busca un piso duro y frio para los meses de verano. Se le forman a menudo callos en los codos por esto, y puede ser incómodo para ellos.
Pelaje y color del Lobero irlandés
El pelaje de esta raza no se le cae, pero debe ser peinado varias veces a la semana. De otra manera el perro se verá lanudo y poco mantenido. El lobero irlandés nunca muda pelo. Su barba se puede ensuciar por la comida y debe ser lavada regularmente, y limpiar las gotas de agua que le quedan luego de tomar agua.
Su pelaje es abundante, duro y espeso con una variedad de colores que van desde el gris, el negro, blanco, atigrado y leonado.
Su clasificación
Considerando su altura a la cruz de 79 y 71cm como mínimo y peso alrededor de los 55 y 41 kilogramos tope (en machos y hembras, respectivamente), acompañado de sus aptitudes como perro de guarda (disuasorio), perro de caza y perro de compañía, este can ha recibido una clasificación general como raza de perros gigantes (por ser el perro más alto que existe en el mundo), recibiendo de la FCI la clasificación en el grupo 10, lebreles de pelo duro y de la AKC el grupo 2, perros de rastreo y sabuesos.
Aclaramos que ésta no es una disparidad entre la FCI y la AKC, sino que ambos toman en cuenta las regiones donde el lobero irlandés hace vida y sus aptitudes, además de los lugares donde dichos centros pro canes tienen potestad.
Hechos sobre la raza
Desde su concepción (cruce) fungió como perro al servicio de la realeza y aristocracia irlandesa a la cual servía como ayudante directo o de los cazadores y cortesanos ordenados o contratados para la caza de lobos, jabalíes, zorros, alces y liebres.
Esta eficaz y continua tarea tuvo como consecuencias la extinción de los lobos y ante el uso de otras razas menos grandes y menor consumo de alimentos, el lobero irlandés entró también en riesgo de extinción.
Para salvarles, un capitán de apellido Graham los cruzó con dogos alemanes, deerhounds y borzois para multiplicarle y crearle un instinto habilidoso y empático con los humanos a los cuales acompaña de forma afable.
Sus habilidades de cazador no se perdieron, pero se sumaron las de guarda disuasorio apoyado en su tamaño, ladrido y lo incorruptible cuando se le signaba una misión u orden directa.
La raza en casa
Aunque es muy grande y fuerte, es veloz y muy comedido, virtudes que le hacen agradable a las personas para tenerle en el hogar. Eso sí, desde cachorro el lobero irlandés jamás tomará en cuenta su tamaño y sin querer actuará con tosquedad cuando lo que busca es ser cariñoso.
Por lo tanto se aconseja no tenerlo en espacios muy cerrados a los que no tiene problema adaptarse por naturaleza, pero su portento tropieza todo; además es un poco riesgoso para niños, ancianos y personas con discapacidad.
Durante su etapa de cachorro y parte de su juventud es importante que el lobero irlandés se ejercite diariamente; ya de adulto y en su vejez, requiere de buenos espacios para moverse a sus anchas y retozar, so riesgo de que sus articulaciones comiencen a atrofiarse por inactividad.
Su alimentación es muy variada y en altas proporciones, por lo cual la inversión para mantenerle es bastante alta.