El término terrier hace referencia a un grupo de 33 razas cuyo origen radica en las islas británicas. Dentro de estos, se encuentra el terrier galés o Welsh, el cual es originario de Gales y se supone que representa la raza más antigua de todas las que hay en Gran Bretaña: su origen se remonta al año 1760, siendo reconocido durante el siglo IXI. En principio, la utilidad de esos animales radicaba en la caza de conejos, ratas, zorros, tejones y otros pequeños roedores. El terrier galés apareció en los Estados Unidos en el año 1880.
Con el tiempo, ganó mayor popularidad, lo que lo llevó a ser utilizado en concursos de perros. Al tratarse de una raza pequeña, muchas familias lo prefieren como mascotas, debido a su personalidad alegre y juguetona, lo que lo hace ideal para jugar con los niños. Actualmente el can está en peligro de extinción.
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Características del terrier galés
El terrier galés es un animal de raza pequeña, cuya altura ronda aproximadamente los 39 centímetros, tiene un peso entre 9 y 10 kilogramos. A pesar de su poca estatura, su cuerpo tiene un aspecto robusto y grueso, pero a la vez es compacto. En cuando a la cabeza, es ancha, pero la forma del cráneo es plana. El hocico es mediano, en el cual resalta una pequeña nariz negra.
De sus ojos, resalta un color oscuro, casi negro. La cola siempre está erecta, y siempre despuntará al final del lomo. Son los animales más idóneos para servir de compañía, cumple funciones de cazador y guardián. El terrier galés se destaca entre los terriers por su elevada inteligencia, excelente memoria, extroversión y valentía.
La vida urbana o la rural son ámbitos en los cuales el terrier galés puede desarrollarse muy bien, siempre y cuando se les ofrezcan juegos, paseos y otras actividades donde puedan ejercitarse. Se aconseja exponerlo a experiencias de cazador. En actividades relacionadas con el campo el perro descolla por su gran tenacidad. En el hogar son mansos y cariñosos, la fidelidad en este ámbito caracteriza al Welsh terrier. Cumple con las actividades de vigilancia que se le asignan. Si están en compañía con otras mascotas manifiestan malhumor y desconfianza, pudiendo agredir.
Asimismo los terriers galeses necesitan un adiestramiento adecuado y socialización temprana, selectiva y cuidadosa; resulta muy conveniente, desde la infancia temprana, para impartirles normas de obediencia y llevar a cabo su correcta socialización. Por último, si se aburre o permanece mucho tiempo inactivo o aislado puede llegar a volverse muy compulsivo, nervioso y ladrador.
De los terriers, se considera la raza menos agresiva, aunque al estar en contacto con extraños, puede rehusarse a socializar. Sin embargo, en contacto con otros perros si puede tratar de marcar su territorio y mostrarse algo violento. Los estudios señalan que estos perros tienen una esperanza de vida aproximada de 13 años.
Pelo del terrier galés
El pelo muy espeso, fuerte, liso y rizado a la vez. El cuidado de este no es fácil. Para ello se recomienda cepillar el pelaje una o dos veces a la semana. El terrier Galés tiene la ventaja que no pelecha, por lo que no encontrarás tu hogar lleno de pelos. Solo cortar si se observa muy largo. Para mantener la salud y el brillo del pelaje es recomendable bañarlo cada mes y medio.
Color
El terrier galés tiene un pelaje variable, en algunos casos el color puede ser negro y fuego, o negro-grisáceo y fuego. Siendo este su gran atractivo visual, si este tiene una clara definición del color, suele llamar la atención, mientras si presenta manchas negras, no gusta mucho.
Hechos y curiosidades sobre la raza
Se le considera el real heredero del Terrier Negro y Fuego de Pelo Duro, que terminó extinguiéndose, no sin antes haber dejado un legado de portento en la cacería de tejones, zorros y nutrias; mismas características que el Terrier galés de ayer y hoy, posee.
Algunos amantes de la raza dicen que no hubo extinción, sino que sólo fue cambiado su nombre, basados en que la misma se consolidó a finales del siglo XIX y no existió ningún factor hasta ese instante (ambas guerras del mundo no habían llegado y las plagas habían pasado), como para que el animal fuera considerado extinto.
Para otros, sí es un heredero, ya que el pelaje no es tan similar. Esto nos indica que la historia del Terrier galés, por ser más “paisana” y no haber atraído a escribas que fueran documentando su aparición a tiempo, creó tergiversaciones que han pasado a ser leyendas o apreciaciones orales.
Por lo tanto, aquí en Amigos Perros nos quedamos con el origen descrito al inicio de este artículo, que ha sido el mejor estudiado y el que ha sido de mejor consideración por la FCI.
Otro detalle de su genética se ocurrió en las postrimerías de reconocimiento por el British Kennel Club, cuando se inició el cruce con el Fox terrier en pro de mejorar su imagen y brindarle una apariencia más estilizada, que culminó pareciéndose al Airedale Terrier pero en un tamaño aún más pequeño.
Con todo y esto, el sitial del Terrier galés es bastante amplio en su tierra, donde sí es profeta. Ya que para el resto de Europa y el mundo, el animal carece de popularidad, algo en lo que lamentablemente se diferencia de sus congéneres de la raza Terrier.
Ha sido participante y ganador de varios certámenes caninos en Inglaterra, Irlanda, Escocia, Francia, Italia, Hungría, Países Bajos, Serbia – Herzegovina, España e incluso Rusia y aun así sigue siendo la raza de terrier más impopular. El verdadero motivo, nadie lo conoce, porque su inteligencia, velocidad, agilidad y rectitud están al mismo nivel que todos los de su raza.
Esto ha llevado a la conclusión de que el Terrier galés es un perro sin “charm o ángel”.
Actualmente el terrier de Gales es principalmente un perro de compañía, aunque no es muy popular afuera de su lugar de origen. También aparece con cierta frecuencia en exposiciones caninas europeas, pero hasta ahora no ha logrado ser un perro muy popular entre los aficionados a los perros de raza.
En el hogar
El Terrier galés conserva intactos sus instintos de cacería. El control de los mismos inicia a su más corta edad con el entrenamiento canino profesional adecuado, bastante disciplina y mucho de socialización y afecto por parte de sus familiares, para que el perro centre su atención en sus órdenes y así sepa transformar sus instintos en energía a utilizar en proyectos más útiles como animal de compañía que es.
Es algo volátil y así como está contento un instante, de inmediato puede alejarse a “estar sólo consigo mismo”, especialmente la hembra de la especie.
Desde cachorro demuestran un afecto muy formal, para nada empalagoso, pero sí bastante animado; es de esos que espera frente a la puerta y reconoce los pasos y sonidos de sus dueños y brinda calurosas bienvenidas.