Terrier japonés

A pesar de que los terrier han sido altamente reconocidos como de origen europeo, algunas razas se han formado en otros continentes, como Asia. Es en este lugar, específicamente en Japón, donde nace el terrier japonés, que también recibe el nombre de como terrier Nippon o Oyuki terrier.

De esta especie se desconoce sus ancestros con exactitud, pero se supone que se trata de una liga de perros nativos japoneses con un bull terrier, galgo italiano, o hasta se ha pensado en el fox terrier. Nace aproximadamente en el siglo XVII, con la idea de convertirse en un compañero nato, fiel, obediente y cariñoso, y así logró serlo.

Pero con el estallar de la Segunda Guerra Mundial, su población se llegó a reducir drásticamente, lo que lo convierte hoy en una raza muy rara. Se ha considerado como una especie en peligro de extinción, ya que se ha llegado a registrar hasta solo 18 crías por año. No fue reconocido oficialmente sino hasta 1930.

Terrier japonés

Características del terrier japonés

El terrier Nippon es un perro de tamaño pequeño, cuya altura varía entre los 30 a 33 centímetros. Aunque su complexión es robusta y compacta, que a la vez es muy definida, lo que le da una apariencia elegante. Y esto se logra gracias a que sus patas suelen estar rectas, mostrando seguridad y altivez. Y no es un animal de mucho peso, ya que suele rondar entre los 4 y 6 kilogramos.

La forma de la cabeza es chata, pequeña y alargada, que resalta con sus orejas dobladas hacia adelante, y apuntando al frente, lo que da la impresión de que siempre está atento a lo que ocurre alrededor, pero cuando está alerta, logra mantenerlas muy levantadas. En su hocico delgado, destaca una pequeña nariz negra, de fosas nasales bien definidas. Y sus ojos marrones, de forma ovalada y proporcionales a su cráneo, poseen una mirada que trasmite calma y tranquilidad.

Sin embargo, esto no quiere decir que la personalidad sea igual, ya que el terrier japonés es un perro alegre, activo y juguetón. Y es que su origen está relacionado con la creación de un compañero, lo que lo llevó a ser escogido como la mascota ideal de las familias. Los puertos en Nagasaki acogieron cariñosamente a esta especie, siendo un gran amigo de los que habitaban la zona.

Terrier japonés

A simple vista, se puede notar que es un perro muy tranquilo, dócil y obediente. Heredó la inteligencia de sus ancestros los terrier, lo que facilita su educación, gracias a que tiene un aprendizaje muy rápido. Algunos se dedican a enseñarle sencillos trucos.

Aunque sus patas parecen delgadas, tienen una gran fuerza, lo que lo convierte en ágil y rápido. Al momento de jugar, prefiere correr o perseguir cosas. Y muchas familias prefieren adoptarlo, ya que se lleva bien con los niños, al no ser nada agresivo.

Pero hay que tener mucho cuidado, ya que su personalidad es sensible, y pueden en muchos casos sentirse atacados, aunque no responderán de mala manera, pero se mostrará nervioso. Si el lugar es ruidoso, o hay muchos niños o bebés, puede llegar a sentir mucha incomodidad. Al estar en contacto con personas de confianza, se muestra muy alegre con la compañía. En realidad, si sus dueños lo permiten, le gusta reposar sobre su regazo.

Pelo del terrier japonés

El terrier japonés es un perro de pelaje corto y pegado al cuerpo. Su textura es bastante suave, lisa, aunque se siente un poco denso. Su pelo brilla cuando está limpio y saludable.

Terrier japonés

Color

Destaca su cabeza negra, algo que nunca falta en su aspecto, lo que hace que sea fácil identificarlo. Es por lo general de dos o tres colores, teniendo combinaciones de blanco con negro, y blanco, negro y marrón o canela.

Hechos y curiosidades sobre la raza

Muchas veces los cruces de razas caninas registran a la raza dominante en el proceso, obviando por razones –válidas o no- a las otras. En el caso del Terrier japonés, él es la combinación del Fox Terrier con algunas razas de perros pequeños locales en Japón. Para los amantes de la raza, el Shiba y el Akita Inu tienen influencia sobre este can, pero es una mera hipótesis que se ha diluido con el tiempo y los cruces resultantes para obtener mejores ejemplares, sumado a la reproducción espontánea de los Terrier, una de sus múltiples formas de manifestar su vigor y energía.

De hecho, la cría endogámica de esta raza es un problema que hoy por hoy no ha tenido solución y no por no querer, sino por ser el Terrier japonés una raza noble, que aún en su estado natural no representa peligro para los humanos y que tiene buena acogida en todos los estratos sociales, además de estar siempre bajo la atención de los grupos proteccionistas voluntarios de animales.

Ya acercándose el centenario del primer cruce, el gobierno japonés le ha puesto entre las especies dignas de apoyo y adopción, empezando ellos el ejemplo entrenándoles para la guarda en parques, plazas y jardines y en las zonas patrimoniales y culturales. La sagacidad del can, su facilidad para entrenarlo y el ahínco en cumplir las misiones asignadas les han valido este rango de honor, faltando ya menos de una década para esos 100 años de existencia.

Es de hacerse notar que hace menos de 10 años la especie se consideraba en peligro de extinción. Pero la planificación y apoyo de proteccionistas y amantes de los perros, ha creado un rescate loable que permitirá llevar a la población del Terrier japonés a niveles de poblacional nacional bien equiparados.

No sería extraño que esta raza llegue a Europa y América en su mejor versión de cruces naturales para la fecha. De seguro muchos querrían tener a la versión asiática del Toy Terrier.

En el hogar

Para quienes tienen piscinas o ríos o mares cercanos, el Terrier japonés resultará un compañero ideal en la natación. Es igual de eficaz para el senderismo, ya que se adapta mucho a las carreras en caminos de tierra y/o pasto.

Los japoneses en varias de las prefecturas del país mantienen controles con los departamentos de salubridad y grupos proteccionistas para que a los Terrier japonés no les falte alimentación y debido cuidado en los hogares donde habitan, gracias al censo que comenzó cuando inició el rescate de la raza contra su extinción. Además se les concierta cita con la pareja idónea, se les brinda atención médico veterinaria y las crías son llevadas a familias que manifiesten interés y puedan brindarle el hogar debido en todo el país.

En fin, la atención en el hogar del Terrier japonés es apoyada por los entes estatales y en perfecto balance van dándoles oportunidades de bien desarrollarse y proseguir la raza.

Por Xnomind

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