Yorkshire terrier

Reino Unido alberga algunas de las razas más populares de lo terrier, y uno de los perros que ha resaltado entre las familias, es el Yorkshire terrier. Este pequeño amiguito perruno, tuvo su origen en Yorkshire, y parte de Lancashire. Fue durante el siglo XIX, que algunos escoceses decidieron ir a buscar trabajo en tierras inglesas, llevando consigo a sus mascotas, en su mayoría terriers de tamaño pequeño, lo que para muchos es el posible inicio de la raza.

Sin embargo, se desconoce con exactitud si realmente fue en este momento, ya que a pesar de que nacieron en esta zona, nadie divulgó su aparición hasta tiempo después. Se consideran como posibles ancestros a cuatro razas: Paisley Terrier, Skye Terrier, Waterside Terrier y Clydesdale Terrier.

Para el momento, al ver que era un animal tan pequeño, sus cuidadores pensaron en el Yorkshire terrier como un espécimen ideal para la caza de alimañas, debido a que podía acceder a casi cualquier espacio, y alcanzar a su presa fácilmente. Aunque a mediados de siglo la gente perdió interés, a partir de la Segunda Guerra Mundial volvió a resultar muy atractivo. Hasta el día de hoy, se considera como una mascota ideal.

Yorkshire terrier

Características del Yorkshire Terrier

Desde hace años, paso a ser reconocido como un animal doméstico, ajustándose fácilmente a la vida hogareña. Es una de las razas más pequeñas y livianas, sus medidas varían acorde al sexo: los machos tienen una altura de 17 centímetros, mientras que las hembras son más pequeñas, midiendo 15 centímetros. En el caso del peso, es similar, rondando un rango de uno hasta cuatro kilogramos como máximo.

Tiene un lomo alargado, que termina en una cola de longitud mediana, que suele ser amputada por estética. Esta suele estar cubierta de mucho pelo cuando se deja de su tamaño normal. Su cabeza es pequeña y redonda, y resaltan sus orejas también cubiertas de pelo, que parecen estar siempre alerta. Su hocico es pequeño, con una nariz negra proporcional a su tamaño. Sus ojos, redondos y oscuros dan impresión de gran inteligencia.

En su mayoría, suele ser una especia muy atractiva gracias a su tamaño y apariencia peluda. Pero que esto no te engañe, pues estamos ante un perro tenaz y territorial, que es desconfiando ante presencia de extraños.

Yorkshire terrier

Por lo general le gusta socializar con personas y animales que suelen recurrir su entorno. A pesar de tener una actitud terca, es obediente, y se puede llegar a entrenar para que mantenga la compostura dentro de la casa.Se le considera un tipo de perro vigilante, ya que ladra si se siente bajo amenaza. Y si se trata de ejercitación, no necesita rutinas demandantes, con sacarlo a correr un rato basta. Su periodo de vida va de 14 a 16 años siempre que se le mantenga saludable.

Hay que tomar en cuenta que tienen una salud delicada, pudiendo sufrir de problemas visuales, de la piel y cardiovasculares. Además, la alimentación debe ser llevada con mucha atención, ya que pueden generarse serios problemas digestivos.

Pelo del Yorkshire Terrier

Lo más atractivo es su hermoso pelaje lacio, que se siente liso y suave al tacto de las manos. Dependiendo de la estética y deseos del dueño, algunos recortan gran parte de su pelo, y otros deciden mantenerlo largo. Siempre se debe llevar a las peluquerías caninas.

En lo que respecta al cuidado, debe ser cepillado con regularidad, para evitar nudos y enredos. Además, si se deja largo, se recomienda cubrirlo con un poco de aceite, que debe ser lavado cada mes.

Yorkshire terrier

Color

El color de los Yorkshire Terrier suele ser negro oscuro, con zonas marrones tostadas, como las mejillas y las patas.

Hechos y curiosidades sobre la raza

Es considerado un perro que ascendió en el mundo por su talento, aunque fuera en principio sólo considerado por su belleza, misma que atrajo a las elegantes damas británicas para presentarles en exposiciones y hacerles sus compañeros de diario y en eventos de la alta sociedad.

El Yorkshire terrier en principio tuvo la labor de erradicar a las ratas y demás alimañas, dentro y en las cercanías de las minas del Condado de Yorkshire al norte de Inglaterra; en esta labora competía con el afamado Perro Ratonero que le superaba un tanto porque éste se especializaba en ellas, cuando el Yorkshire tenía más potencial que sólo esa tarea.

La preferencia por la raza Terrier, se debió a que esta siempre ha estado caracterizada por aguerrida y constante, capaces de enfrentarse con todo tipo de enemigo con tal de cumplir su misión y defender a los suyos. Se tomaron ejemplares pequeños y de pelo semi – largo y sedoso para que no le quedara adherida la carbonilla propia de las minas y fueren fáciles de bañar, evitando también que se intoxicaran por lamer su propio pelo.

El Yorkshire terrier está entre los menos ancestrales Terrier, ya que comenzaron a cruzarlos desde 1866. Aunque el dato anterior sobre el cruce que originó su tamaño y pelaje está verificado por la cinología, las razas que dieron origen al mismo no han sido del todo identificadas. Mucha de la data fue obviada ya que los mineros no llevaban registros (también por analfabetos), quienes se encargaban de los cruces lo hacían como un negocio pagado.

Existen varias hipótesis de cuáles serían las razas que dieron pie al Yorkshire terrier. Pero también existen baches luego de la Primera y Segunda Guerra Mundial, donde la raza se fue diseminando en pro de su subsistencia y tomaron años antes de volver a reunir ejemplares de –las que se suponen- eran razas puras. Sólo quedaban historias orales sobre las virtudes de este magnífico can.

Para algunos amantes de la raza Yorkshire terrier, el antecesor seguro es el Bichón Maltés.

La aristocracia en el Yorkshire terrier surgió cuando los mineros empezaron a regalar cachorros a sus empleadores y éstos a su vez se los regalaban a esposas, hijas o sirvientas. Su imagen reservada, ladrido agradable y lo sedoso de su cabello, además de lo muy cariñosos y simpáticos que pueden llegar a ser, les cautivó e inició un boom de popularidad que aún hoy, en pleno siglo XXI y con tantas razas nuevas y/o mediáticas, sigue manteniendo un puesto preferente entre amantes de los canes y personas consideradas o no figuras públicas.

Requiere mucha atención, educación y paciencia. Además no es recomendable para personas de poca acción, ya que amerita drenar su carga energética con gran variedad de actividades. Sabe aprovechar cualquier tipo de espacio, herencia de sus antepasados que convivían en estrechas minas.

Por Xnomind

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